La Gran Era del Amor

miércoles, 29 de enero de 2020

El Verbo. La Música de Dios (escucha y oirás) Nueva Publicación de Damián Alvarez

Tu También puedes Escuchar la Música de Dios

Yo sé (por experiencia terapéutica propia), por ejemplo, que cuando el páncreas no produce insulina tiene un sonido seco, un sonido crujiente, como el de pisar sobre ramas secas, pero, ¿qué sonido tienen los demás órganos internos del ser humano cuando están sanos y equilibrados?, y ¿qué sonidos producen cuando están enfermos de una manera o de otra?

Conociendo las respuestas a lo anterior expuesto, podríamos, con alguna técnica sencilla, diagnosticar órganos enfermos y sanos, según el sonido que produjeran, y también podríamos, según el sonido que produjeran, (si ya hubiéramos controlado con antelación los diferentes sonidos de las diferentes enfermedades de cualquier órgano), pues, qué enfermedad padecerían ciertas personas, y, como estaríamos haciéndole un diagnóstico energético, podríamos tratar a esas personas hasta de forma preventiva, ya que, sabríamos de antemano, que el paciente está produciendo un sonido, que va a afectarle de forma negativa en un órgano determinado de su cuerpo físico, en el futuro.

Conociendo el sonido que desprende una enfermedad determinada, podríamos, con terapias alternativas (vibracionales), como la musicoterapia, tratar a esa persona a nivel energético, o sea, de forma preventiva. Además, podríamos tratar el cuerpo físico con medicinas para que no se desarrollaran esas enfermedades a posteriori.

Con estos descubrimientos, se abre un mundo de posibilidades ante nuestros ojos, que la ciencia no ha estudiado (que yo sepa), y, de seguro, porque no le interesa reconocer que el ser humano es mucho más que un cuerpo físico, que es un conglomerado de energías, (como siempre han dicho los sanadores), nunca lo estudiará, por no darnos la razón.

¿Qué sonido o ruido produce un dolor de cabeza, un derrame cerebral, un infarto cardiaco, una embolia, un ictus, una trombosis? Sabemos que nada sucede de repente, sino que, la enfermedad es un desarrollo de bloqueos y desequilibrios energéticos crónicos. Sabemos, también, que un desequilibrio energético se manifiesta como enfermedad física después de muchos años, por lo que, nunca, se había podido decir, mejor, más alto, y con tanta seguridad, hasta ahora, aquello de que "la medicina preventiva es la mejor medicina".




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