La Gran Era del Amor

martes, 13 de septiembre de 2022

Cómo Sanar tu Niño Interior

Tu Niño Interior sufre de Penas, Traumas y Frustraciones
¿Te Reconoces?

¿Han pensado alguna vez por qué nos apartamos de nosotros mismos, de nuestro niño interior, o acaso nos apartan? ¿Qué necesidad íbamos a tener nosotros de apartarnos de nosotros mismos y por qué lo hacemos?

La sociedad, la cultura, las religiones, nuestros padres, nos engañan primero a creer que las cosas deben de ser de cierta manera para que estén bien, para que nos vaya  bien en la vida, para que seamos alguien y triunfemos, y luego nos llenan de "noes", miedos y de imposibles, que no nos permiten conseguir esas cosas, ser de esas maneras, y menos aún "triunfar en la vida" para llegar a ser "alguien".

El niño educado, no en una dualidad positiva/negativa, sino, más bien, en una unidad negativa, aprende a interpretar un mundo de una manera que será cruel con él mismo.
Los traumas no existen si no nos enseñaran a sufrir traumas. Lo mismo sucede con  las penas o las frustraciones. Una educación negativa apena, traumatiza y frustra. El amor incondicional no se enseña, no se educa al niño a vivir con amor, lo único que evitaría cualquier tipo de sufrimiento.
Por no hablar de los maltratos psíquicos, sentimentales y emocionales que pueda sufrir el niño.

Entiende que tu Niño Interior se encuentra Enfermo. Sana tu Vida
¿Te Reconoces?

El niño interior apenado se revelará contra quien desee amarlo incondicionalmente porque lo que él creía amor lo abandonó. En este caso, el niño pudo no sentirse suficientemente amado, quizás abandonado por quién él creía que lo amaba o quizás pensó que no era digno de ser amado. Carencias afectivas tenemos todos  y todas. El niño interior herido sentimentalmente se debatirá entre el amor, el miedo, el odio, el interés, la desconfianza, los celos.

El niño traumatizado que se disgustó cuando lo que quizás hizo en ese momento o le sucedió era "algo malo". No estar a la altura de las circunstancias, a las expectativas de los padres, o tan solo traumatizarse porque lo han educado a ello, crea a un niño acomplejado lleno de vergüenzas, miedos, inseguridades. Este niño se compara con los demás y utilizará la vanidad, la prepotencia, el orgullo como máscaras, para aparentar quien él cree que debería de ser según la educación inculcada por sus padres. Realmente es un niño fracasado que vive buscando fealdades, fallos, errores, equivocaciones en los demás, para sentirse mejor con sigo mismo, y lo peor es que se convierte en un ser completamente egoísta.

Aún estás a Tiempo. No te conformes con Vivir a base de Rabietas

El niño frustrado, y por lo tanto enfadado, por repetidos desengaños, causados por los que él creía que lo amaban, y un método que quizás le funcionó alguna vez aprovechando la debilidad de sus progenitores como pudiera ser una rabieta, crean a un niño agresivo, lleno de desconfianza, que cuando no consigue lo que desea, se vuelve agresivo. Un niño que "patalea" para conseguir lo que quiere. Un adulto capaz de cualquier cosa por salirse con la suya.

Damián Alvarez en http://sistemasanaciontinerfe.blogspot.com/





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