La Gran Era del Amor

miércoles, 12 de agosto de 2020

El Planeta Tierra vuelve a Renacer (En Tiempos del Corona Virus)

Amanece con una Sonrisa alumbrándote la Cara

Amanece con una sonrisa alumbrándote la cara. El sol no quema como antes sino te abraza reconfortantemente. Tampoco te quema en los ojos como unos días atrás.

El azul del cielo limpio de contaminación se refleja en el plácido mar, donde los grandes mamíferos marinos se acercan de nuevo a la costa, como a saludar a los humanos.

El aire se nota puro, y ya no te provoca tos al respirarlo, sino que te refresca, anima y carga de energía. Sí, de ese prana, de esa energía ki que vitaliza todo tu organismo y te aporta bienestar, satisfacción y verdaderas ganas de vivir. Vuelves a rejuvenecer.

Arco Iris: Señal del Renacimiento, de Unión entre Cielo y Tierra

El aroma de las algas del mar impregna el aire mañanero, expandiéndolo por todos los rincones de este paraíso terrenal, de esta vida que se vislumbra realmente maravillosa.

Solo han pasado algunos días desde el confinamiento por el corona virus, pero ya, los animales que antes creíamos salvajes, se han vuelto dóciles, mansos, y se acercan sin miedo y con orgullo a los seres humanos. No cabe la menor duda de que "todos somos uno".

Las gallinas de guinea nos acompañan en nuestras labores, en el campo. Los mirlos, que, tan solo unos días atrás, solo los veíamos temprano por las mañanas, ahora se explayan a lo largo y ancho de nuestros campos y cultivos, sin miedo a ruidos ni contaminación de vehículos. Los gallos cantan a todas horas y las gallinas, las gallinas cacarean, si. Tórtolas, palomas torcaces, perdices, palomas, y hasta los jilgueros han vuelto. El planeta Tierra está vivo, el planeta Tierra ha renacido.

Atardecer colmado de Golondrinas: Prefacio de un Precioso Mañana

Al atardecer, las golondrinas surcan los cielos, muchas veces cubriéndolo por completo, cuando no hace mucho tiempo solo se veían 3 o 4. Los murciélagos vuelan toda la noche y, ahora, se oye el croar de las ranas y el sonido del viento acariciando los arboles. El sonido del silencio se hace patente a cada anochecer. He visto, por primera vez en mi vida, a las garzas volar de noche, a la luz de la última luna llena, esa llamada "luna rosa". Un milagro se ha hecho realidad.

El planeta Tierra está renaciendo gracias al confinamiento del ser humano por el corona virus. Una pena no haber actuado con anterioridad, dejando nuestros vehículos en casa al menos un día por semana, y que ese día fuera de descanso para la naturaleza sin utilizar ningún transporte que pudiera contaminar o molestar nuestro medio ambiente, nuestra "casa" que nos sustenta, protege y mantiene.

Y no, a la naturaleza no le molestan los aplausos de toda la humanidad a la 8 de la tarde, al revés, se unen a ellos.

... continuará