El niño sanador o eslabón sanador (oveja negra de cada familia), que siempre está enfermo, que siempre sufre, que siempre se queja, muy bien puede ser una carga para la familia.
Lo que no sabe la familia es que, gracias a esa "oveja negra", la familia se mantiene equilibrada, ya que el niño sanador absorbe las energías negativas que enfermarían al resto de los miembros de la familia si él no existiera.
Entonces, pues, ¿debemos de separarnos de aquél o aquellos que se sienten mal a causa de nuestros propios sufrimientos y enfermedades? Aparte del extremo egoísmo que tal proceder conlleva ¿Quién nos sanaría entonces?
Damián Alvarez en http://sistemasanaciontinerfe.blogspot.com/
33 Años a tu Lado (muy cerquita)